Desafiando la niebla: La Planificación Estratégica basada en capacidades, bajo la certeza de incertidumbre.

Autores:

Tcrn. EMT. Avc. Javier Aguilar Cazar

Tcrn. EMT. Avc. Víctor Enríquez Champutiz

Tcrn. EMT. Avc. (SP) Gerardo Benavides Montenegro

Publicado: 16/04/2024

El artículo tiene como objetivo analizar el escenario actual de seguridad y defensa en Ecuador, considerando el surgimiento de amenazas asimétricas y riesgos inherentes a la realidad contemporánea. El propósito es preservar los intereses nacionales y la seguridad integral dentro de un marco jurídico y programático (políticas públicas) que prioriza la defensa como un bien público diferenciado.  Esta perspectiva se enmarca en una concepción de soberanía multidimensional, “un escenario donde las prioridades giran en torno al ser humano y a la necesidad de satisfacer sus cada vez más amplias y exigentes demandas”. (Argoti, 2017, pág. 146)

La propuesta se fundamenta en un marco teórico-conceptual del modelo de planeamiento de la defensa basado en capacidades y de la desafiante perspectiva en un escenario caracterizado por la incertidumbre, agravada por una economía cada vez más débil y periférica que afecta al Ecuador. Para ello, se llevará a cabo principalmente una investigación bibliográfica con el objetivo de evaluar la viabilidad de aplicar esta propuesta en la planificación de la defensa.

La concepción de incertidumbre, en el entorno de seguridad integral.    

El entorno complejo en el cual se desenvuelven las relaciones sociales, económicas, políticas, y de seguridad de los Estados sudamericanos ha revelado un desarrollo normativo y programático diverso. Este desarrollo tiene como objetivo enfrentar un futuro caracterizado por la complejidad, la incertidumbre y la dinámica constante. Este escenario se encuentra conceptualizado en el último Libro Blanco del Ecuador:

“las amenazas y riesgos de acuerdo con el ámbito en el que se desenvuelven; tal es el caso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que define como amenazas emergentes a (…) cualquier suceso o proceso que cause muertes en gran escala o una reducción masiva en las oportunidades de vida y que socave el papel del Estado como unidad básica del sistema internacional, constituye una amenaza a la seguridad internacional”

 (Políticas de la Defensa Nacional «Libro Blanco», 2018, pág. 46).

De acuerdo con el Diccionario de Cambridge, el significado semántico de incertidumbre supone la falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo, creando inquietud; y, es generalmente percibida como inseguridad; por lo cual, la visión de la política de seguridad integral nacional, ha concebido la naturaleza misma de las amenazas, entendiendo que “se han ido haciendo cada vez más inciertas, cambiantes y en muchos casos sutiles” (Centro de Estudios Estratégicos, 2017, pág. 1); obligando a “diversificar el planeamiento para hacer frente a los cambios previsibles y los imprevisibles, generando capacidad de respuesta y flexibilidad de opciones” (Artega & Fojón, 2007) en el Ministerio de Defensa, Relaciones Exteriores y Fuerzas Armadas, como órganos ejecutores del Sistema de Seguridad Pública y del Estado.

Esta incertidumbre que define el escenario actual exige que la seguridad nacional del Estado se mantenga como una de las máximas responsabilidades de los gobiernos constituidos. En este contexto, nuestro país se enfrenta no solo a amenazas tradicionales, sino también a nuevas amenazas catalogadas por la ONU en seis grupos:

“amenazas económicas y sociales (la pobreza, enfermedades infecciosas y la degradación ambiental); los conflictos entre Estados; los conflictos internos (la guerra civil, el genocidio y otras atrocidades en gran escala); las armas nucleares, radiológicas, químicas y biológi­cas; el terrorismo; y, la delincuencia organizada transnacional”

(Políticas de la Defensa Nacional «Libro Blanco», 2018, pág. 46)

Condición que ha creado la necesaria instrumentalización del Plan Nacional de Seguridad Integral 2019-2030, “como el pilar fundamental que permite articular racionalmente la estrategia de seguridad de todas las instituciones involucradas y que dé como resultado, una concepción clara y orientadora para la protección de los intereses vitales del país” (Plan Nacional de Seguridad Integral, 2019, pág. 24).

En nuestro país, existe una realidad oculta que afecta de manera directamente proporcional a la incubación de nuevas amenazas. Esta realidad está vinculada a la teoría de la dependencia y al estructuralismo, que han maniatado las economías de las estructuras subalternas de la región sudamericana. Como resultado, se han creado amplias brechas en las condiciones políticas, sociales y microeconómicas, estratificando los esquemas productivos y generando desigualdades entre el centro y la periferia. La economía nacional se encuentra debilitada e incapaz de ser administrada por un Estado cada vez más ausente, lo que refleja una falta de planificación consiente y comprometida,

“teniendo que limitarse a responder ante los eventos críticos, al verse imposibilitados de solucionar los problemas importantes, para dirigir sus esfuerzos a las causas estructurales que los provocan y perdiendo de esta manera, la posibilidad de enfrentar el futuro con éxito”

(Argoti, 2017, pág. 141)

Esta problemática se evidencia claramente en el siguiente gráfico de la CEPAL, que muestra la evolución de la pobreza y pobreza extrema en los países de América Latina y el Caribe entre 1990 y 2021. La falta de políticas públicas y una planificación estatal efectiva para mejorar las condiciones sociales y económicas de la región es notoria.

Figura: Evolución de la pobreza y extrema pobreza entre 1990 y 2021 (en millones) Fuente CEPAL

Siguiendo lo expuesto, resulta imperativo y hasta imprescindible implementar técnicas para la construcción de escenarios tendenciales, que ofrezcan respuestas ante situaciones de baja incertidumbre, así como escenarios prospectivos, que delineen cursos de acción frente a situaciones caracterizadas por una alta incertidumbre. Esta estrategia permitirá obtener resultados eficientes mediante la cooperación entre el Estado, la sociedad civil y el sector productivo privado, con el objeto de concretar la visión política del Estado,

“enfocada en tres ejes estratégicos para la construcción de la concepción de seguridad: primero, aquella vinculada a la defensa del Estado, que tiene una perspectiva nacional, que abarca la soberanía e integridad territorial; segundo, generada desde una idea ampliada y multidimensional[1], que engloba además de la defensa, la seguridad pública; y, tercero, el ámbito de la seguridad frente a riesgos ambientales y antrópicos”

(Plan Nacional de Seguridad Integral, 2019, pág. 24)

Construyendo un futuro seguro: El potencial del planeamiento basado en capacidades para la Defensa.

La seguridad del Estado y, dentro de este contexto, la defensa multidimensional de la soberanía e integridad territorial (como un mandato constitucional), revisten una importancia estratégica para la supervivencia del Estado-Nación. En el ámbito del Sector Defensa, se debe priorizar la integración de capacidades nacionales para lograr este objetivo. Esta integración se basa en la visión prospectiva establecida en el marco de Derecho Positivo y programático interno.

Es fundamental reconocer que el desarrollo de capacidades nacionales proyecta el posicionamiento geopolítico[2] del Estado y permite salvaguardar los intereses nacionales. De acuerdo con la Política de Defensa Nacional,

“El Estado ecuatoriano concibe intereses nacionales vitales y estratégicos para garantizar la soberanía, propender al desarrollo nacional y alcanzar el bienestar de sus habitantes; por consiguiente, tiene la responsabilidad de proteger su territorio, población y recursos frente a cualquier amenaza que atente contra sus intereses”

(Políticas de la Defensa Nacional «Libro Blanco», 2018, pág. 50)

Esto se logra mediante el empleo eficiente de medios y recursos estatales; creando un ambiente de seguridad y bienestar general, al tiempo que se fortalece al aparato productivo nacional.

Desde esta concepción, y considerando que el Plan Nacional de Seguridad Integral contempla que “el Estado ecuatoriano, en su derecho soberano, identifique sus propias prioridades nacionales de seguridad y defina estrategias, planes y acciones que permitan hacer frente a las amenazas, conforme al ordenamiento jurídico” (Plan Nacional de Seguridad Integral, 2019, pág. 37); y, teniendo presente que nuestro país, frente a amenazas externas adopta una actitud estratégica defensiva, fundamentada en la prevención y alerta temprana, subyace la necesidad de construir una estrategia de seguridad nacional que defina claramente la naturaleza del

“empleo de las fuerzas militares para satisfacer las necesidades de la defensa en un entorno estratégico complejo constituye para los Estados un enorme desafío derivado del dilema que se origina al asignar al instrumento militar misiones y tareas para lograr los objetivos de seguridad, versus el costo que representa desarrollar las capacidades que requiere para implementar su estrategia con ese fin”

(Argoti, 2018, pág. 131)

Desde la perspectiva expuesta, es crucial señalar que nuestro país, en el contexto geopolítico sudamericano, ha mantenido hasta la fecha un “modelo de planeamiento tradicional basado en hipótesis de conflicto o amenazas” (Argoti, 2018, pág. 140). Este enfoque le permitido responder en esencia contra amenazas interestatales claramente identificadas, cuyo objetivo era vulnerar la unidad geográfica nacional en cada uno de los elementos constitutivos del Estado. En este modelo, se concebía un enfrentamiento entre fuerzas militares regulares, basado en una relación cuantitativa de medios disponibles para el empleo.

Su enfoque se centraba en desarrollar capacidades específicas para enfrentar amenazas plenamente identificadas, dentro de parámetros de combate definidos, en un marco de la guerra clásica.

Por otro lado, existe otro modelo de planificación de la defensa: el basado en capacidades, también conocido como el modelo de incertidumbre. En este enfoque, no se establece de antemano una amenaza específica ni se busca lograr un equilibrio militar para enfrentarla. En cambio, se trata de desarrollar habilidades militares genéricas, polivalentes y modulares. El objetivo es prevenir posibles escenarios de actuación, ya que “la primera tarea del planeamiento estratégico es identificar los escenarios donde se pueden emplear las capacidades militares” (Arteaga y Fojón, 2007, p. 204).

Entonces surge la pregunta ¿Qué necesita un Estado moderno (según Max Weber), para estructurar unas Fuerzas Armadas de acuerdo con este modelo de planificación?

Y aunque la respuesta puede ser muy amplia, nos centraremos en la naturaleza de las Fuerzas Armadas en nuestro país, ya que es ahí donde se requieren cambios en la ejecución de la planificación basada por capacidades y su consecuente empleo. La naturaleza se refiere a la determinación que se establece desde el nivel político de gobierno sobre qué tipo de Fuerzas Armadas necesita el Estado. Esto incluye aspectos como el propósito de su empleo, cómo se utilizarán, cuándo se emplearán, contra qué amenazas y riesgos se enfrentarán, qué tipo de institucionalidad deben tener, cómo se entrenarán y qué amparo legal respaldará su empleo. Estas interrogantes deberían formar la base para construir una estrategia nacional de seguridad y defensa que se implemente mediante un enfoque combinado “top-down y bottomup” (Argoti, 2018, pág. 142).

Es esencial reconocer que Ecuador enfrenta un amplio espectro de amenazas, desde conflictos regionales hasta desastres naturales y crímenes transnacionales. Ante tal panorama, adoptar un enfoque basado en capacidades dotaría a las Fuerzas Armadas de la preparación necesaria para afrontar cualquier contingencia. La flexibilidad y la capacidad de adaptación son cruciales para contrarrestar eficientemente estos retos en constante evolución. Adicionalmente, considerando la coyuntura económica del país, resulta imperativo el uso eficiente de los recursos. En consecuencia, una planificación estratégica basada en capacidades aseguraría que las inversiones se concentren en áreas clave, optimizando el efecto de los recursos limitados, incluso ante la posibilidad de un conflicto interno. Asimismo, Ecuador necesita forjar una cooperación multidimensional; la seguridad trasciende la labor de las Fuerzas Armadas, requiriendo una colaboración sólida con otras entidades gubernamentales y actores de la sociedad civil para generar una solución comprensiva frente a las amenazas.

En el contexto actual, el empleo de las Fuerzas Armadas en los procesos electorales ha sido una constante en nuestro país. Esto ha permitido preservar la seguridad, la transparencia y la democracia durante estas jornadas, dentro del marco de un estado constitucional de derechos y justicia. El Gobierno actual en base a los resultados del Referéndum y Consulta Popular cumplido el 21 de abril del 2024, muestran un respaldo mayoritario a las propuestas de seguridad y justicia planteadas. De las once preguntas, el «Sí» ganó en nueve, incluyendo el apoyo a la participación permanente de las Fuerzas Armadas en el control de armas, con un 69.66% de votos a favor. Solo dos preguntas, relacionadas con el arbitraje internacional y el trabajo por horas, fueron rechazadas por la mayoría de los votantes.

Específicamente el voto aprobatorio a la pregunta 1 de la Consulta Popular 2024, que indicó: «¿Está usted de acuerdo con que las Fuerzas Armadas realicen control de armas, municiones, explosivos y accesorios, permanentemente, en las rutas, caminos, vías y corredores autorizados para el ingreso a los centros de rehabilitación social?»; motivó al Ejecutivo a emitir el Decreto Nro. 278, dando lineamientos específicos que motivan a plantear una reforma legal consecuente al marco de Derecho Positivo interno y de relacionamiento internacional (Decreto Nro. 278, 2024):

  1. Disponer a las Fuerzas Armadas realizar el control permanente de armas, municiones, explosivos y accesorios en las rutas, caminos, vías y corredores autorizados para el ingreso a los centros de rehabilitación social, sin perjuicio de sus demás competencias, atribuciones, facultades o actividades otorgadas o delegadas.
  2. La entidad rectora de la Defensa Nacional, a través del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, efectuará la planificación militar, para realizar operaciones militares de control de armas, municiones, explosivos y accesorios, en los términos
  3. Toda arma, munición, explosivo o accesorio que fuere detectada en cumplimiento de lo dispuesto en el presente Decreto, será entregada a autoridad competente para el procedimiento respectivo.

Lo planteado obliga al Comando Conjunto de las FF.AA. a redireccionar sus fines, modos y medios, considerando las amenazas en el ámbito interno y el nuevo rol que la sociedad ecuatoriana requiere de la fuerza pública para garantizar la paz y seguridad en sus actividades cotidianas. Convirtiéndose en un medio legítimo al servicio de todos los ciudadanos, según lo establecido por los gobiernos constituidos​.

Conclusiones

La protección de los intereses nacionales del Estado demanda una interpretación adecuada de la disimetría de amenazas y riesgos que atentan la seguridad integral de la Nación. Para lograrlo, es necesario construir un pensamiento estratégico que abarque desde el nivel político más elevado de gobierno hasta el nivel estratégico militar. El objetivo es preparar y contar con unas Fuerzas Armadas flexibles en el menor tiempo posible, capaces de operar en ambientes de alta incertidumbre y empleo multidominio.

Sin descuidar la naturaleza primigenia de las Fuerzas Armadas, que históricamente se ha basado en un modelo de planificación centrado en hipótesis de conflicto o amenazas específicas. Es fundamental redefinir la naturaleza contemporánea de la institución, considerando la volatilidad de las amenazas y riesgos que atentan la seguridad del Estado. Además, se debe establecer un marco jurídico y programático que permita alcanzar los resultados de una planificación basada en capacidades, legitimando su empleo y respondiendo a las necesidades de defensa multidimensional.

Finalmente, es pertinente enfatizar que, para conseguir una planificación plena basada en capacidades, se deben apartar ideologías políticas en el proceso constructivo de una estrategia nacional de seguridad y defensa. Transformar un país requiere superar las divisiones partidistas y abordar la ruptura social e institucional que actualmente afecta a todos los ciudadanos, ya que en los últimos períodos de gobierno se han pintado de amarillo, azul y roto …no rojo.


El artículo fue publicado en la revista PRESENCIA ASOGENAL 2014, de la Asociación de Generales y Almirantes de las Fuerzas Armadas del Ecuador.

Disponible para descarga y lectura el formato de audiolibro en el siguiente link:

Referencias

Argoti, M. (2017). EL PLANEAMIENTO DE LA DEFENSA: UN IMPERATIVO PARA LA EFICIENCIA DEL ESTADO. Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa (Vol. II, No. 4, 2017), 141-147.

Argoti, M. (2018). MODELO DE PLANIFICACIÓN DE LA DEFENSA EN EL ECUADOR: PORQUÉ PLANIFICAR EN BASE A CAPACIDADES. Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa (Vol. IV, No. 4, 2019), 22.

Artega, F., & Fojón, E. (2007). El planeamiento de la política de defensa y seguridad en España. Madrid: Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado.

Centro de Estudios Estratégicos. (2017). PLANIFICACIÓN Y DISEÑO DE LA FUERZA MILITAR POR CAPACIDADES. CUADERNOS DE TRABAJO, 28.

CEPAL. (diciembre de 2016). Panorama Social y Económico Suramericano. Obtenido de https://www.cepal.org/sites/default/files/publication/files/40829/S1601163_es.pdf

Decreto Nro. 278, D. N. (23 de mayo de 2024). Daniel Noboa Azín. Quito.

Espinosa, M. (2018). EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD INTEGRAL PARA EL ESTADO: ANÁLISIS DE SU SIGNIFICADO POLÍTICO. Obtenido de http://repositorio.puce.edu.ec/bitstream/handle/22000/14828/DESAFIO%20DE%20LA%20SEGURIDAD%20INTEGRAL%20PARA%20EL%20ESTADO%20ECUATORIANO.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Flores, L. (1988). Un modelo económico alternativo para el Ecuador, en el campo de la agricultura, ganadería y forestación. Quito: IAEN.

Gabinete Sectorial de Seguridad. (2019). Plan Nacional de Seguridad Integral. Quito: Instituto Geográfico Militar IGM.

Jácome, N. (s.f.). Treinta años de planificación de las políticas sociales. ECUADOR DEBATE.

Ministerio de Defensa Nacional. (2018). Políticas de la Defensa Nacional «Libro Blanco». Quito.

Rivadeneira, V. (2019). Reforma constitucional en el Ecuador a la luz de la teoría democrática. Quito: Universidad Andina Simón Bolívar.

Tinel, F. (s.f.). Chimborazo: Un Talón de aquiles para Febres Cordero. Obtenido de https://biblio.flacsoandes.edu.ec/catalog/resGet.php?resId=22723

Ullauri, C. (2002). Nueva visión de la planificación y el desarrollo en el Ecuador, el ante proyecto de ley. Quito: IAEN.

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17 opiniones en “Desafiando la niebla: La Planificación Estratégica basada en capacidades, bajo la certeza de incertidumbre.”

  1. Una propuesta que podría fortalecer aún más este enfoque es la implementación de un programa de capacitación continua para los miembros de las Fuerzas Armadas. Este programa debería incluir formación en gestión de crisis, ciberseguridad y colaboración interinstitucional, permitiendo así que, no solo respondan a las amenazas, sino que también anticipen y mitiguen riesgos de manera proactiva.

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  2. Estoy de acuerdo que ante las amenazas asimétricas o no convencionales que están presentes en el país, las Fuerzas Armadas deben alcanzar nuevas capacidades para enfrentarlas. También es necesario que exista un verdadero trabajo coordinado con otras instituciones públicas y privadas para lograr ese poder nacional que debe ser aplicado para eliminar a estas amenazas. Una de las instituciones que ha fallado en su accionar es la Asamblea Nacional porque no tenemos las leyes que necesitamos para respaldar el trabajo de la fuerza pública y para encerrar de forma permanente a los terroristas y criminales. Solamente con una depuración progresiva de la sociedad encerrando definitivamente a los criminales y de la fuerza pública separando a los malos elementos, podremos avanzar con seguridad hacia el futuro de seguridad que todos anhelamos.

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  3. Actualmente la incertidumbre o la niebla de la guerra planteada por Clausewitz se encuentra presente en el CANI que vivimos en nuestro país. Para lo cual estoy muy de acuerdo con la planificación estratégica militar por capacidades especialmente para hacer frente a esta nueva amenaza transaccional que hoy en día tiene desgastada a nuestras FF.AA. Por otra parte se hace necesario una política clara de seguridad «INTEGRAL», donde no solo se aplique la securitización con presencia militar en las calles, sino una política pública que abarque los principales ejes, especialmente el social en zonas abandonadas por el Estado, donde los GDO han tomado posesión de la comunidad supliendo sus necesidades básicas. Por último se hace imperante que el nivel político estratégico establezca entre sus prioridades un Estado Final Deseado para que con los objetivos operacionales y una correcta difusion del mismo a todos los niveles, se llegue a la finalizacion con éxito de este CANI.

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  4. En nuestro país, la corrupción generalizada, sumado a la poca inversión social, ha dado como resultado que se incremente la distancia entre las clases sociales y por consiguiente crezca la pobreza. Considero que la planificación estratégica del Ecuador debe orientarse ahora más que antes con una visión holística de la seguridad, además tiene que estar basada en capacidades reales, pues somos un país muy limitado en recursos, donde la implementación eficaz de políticas de seguridad integral sean las que guíen el avance de las instituciones, para articular de manera lógica y racional la estrategia de seguridad de todas las instituciones involucradas, especialmente del sector justicia, seguridad social, salud y educación, pues es fundamental adoptar un enfoque integrado y multidimensional que no solo aborde las amenazas inmediatas, sino también las causas subyacentes de la inseguridad, esto requerirá de un esfuerzo concertado para fortalecer las capacidades del Estado, promover la cohesión interinstitucional y asegurar una planificación proactiva y adaptativa que permita enfrentar con éxito un futuro incierto y complejo.

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  5. Considero que la necesidad urgente de un enfoque de seguridad nacional en Ecuador debe responder a las amenazas asimétricas en especial del CANI, es mejorar la efectividad de las FFAA en este contexto, proponiendo con un programa de capacitación continua en gestión de crisis, ciberseguridad. Además la colaboración interinstitucional, puede darle un enfoque diferente que no solo permitiría mejorar la respuesta a las amenazas actuales, sino que también fortalecería la capacidad de anticipación y mitigación proactiva de riesgos, adaptándose a la naturaleza cambiante del CANI.

    Para ello se debe analizar de esta propuesta de la formación continua, es esencial para mejorar las capacidades operativas y la coordinación entre las instituciones involucradas en la defensa nacional, siendo en un entorno en el que las amenazas evolucionan constantemente, la capacidad de adaptación y la preparación son clave. La implementación de este tipo de programa garantizaría una defensa más robusta y alineada con las necesidades actuales de Ecuador, promoviendo una cultura de cooperación interinstitucional y optimización de recursos. Este enfoque no solo fortalece la defensa nacional, sino que también crea un marco más integral y dinámico para abordar las complejidades de las amenazas modernas, asegurando una respuesta eficiente y proactiva a los desafíos que enfrenta Ecuador.

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    1. Es importante analizar que como país y especialmente en nuestro ámbito de acción como Fuerzas Armadas, debemos adaptarnos a este entorno de seguridad que hoy en día se presenta incierto, abordando especialmente las amenazas asimétricas con el CANI que estamos enfrentando. Es por esta razón, que creo pertinente que la planificación estratégica debe ser flexible y estar netamente direccionada a las capacidades como fuerza, para que esto nos permita tener respuesta mas eficaz y eficiente frente a los escenarios, pero sobre todo, a las limitaciones económicas que atravesamos como estado. Debemos potencializar a nuestro personal, manteniendo una correcta capacitación y perfeccionamiento, para que de esta manera, estemos preparados para enfrentar desafíos que son muy dinámicos.

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  6. La situación actual que vivimos en el Ecuador, requiere un cambio de doctrina, pensamiento y nuevas maneras de ver las amenazas, con fuerzas armadas capaces de mantener una flexibilidad dentro de las misiones fundamentales.

    La niebla de la incertidumbre no puede durar más allá de las primeras acciones y solo se la puede disipar con capacidades claras

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  7. buenos días, existen un sin numero de modelos de seguridad que permiten explotar las capacidades y bondades tanto de las instituciones políticas de la defensa, como de las Fuerzas Armadas encargadas de operacionalizar las decisiones políticas, sin embargo cualquier modelo que se desee aplicar es infructuoso cuando en las bases institucionales encargadas de impartir justicia no existe la honestidad y están infestadas de corrupción. que mientras exista ningún modelo sera eficiente para resolver los problemas de seguridad y ante la población y su percepción seguirá siendo FF. AA la ineficiente, ya que es la institución que esta en las calles y su trabajo es mas evidente. entonces se debe trabajar en un modelo que permita primero eliminar la corrupción para luego poder aplicar un modelo eficiente de seguridad sea cual fuese este modelo.

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  8. Todo modelo que se proponga para mejorar los niveles de seguridad en un Estado es insuficiente o poco aplicable cuando en las instituciones que administran la justicia están infestadas de corrupción y manipuladas por la narco delincuencia, lo que rompe todo modelo de seguridad estatal, lo básico para pensar en un modelos de seguridad actualizado es primero proponer un plan de identificación y erradicación de la corrupción. pues mientras este tema siga vigente, para la población y su percepción de seguridad quienes están fallando son las Fuerzas Armadas pues son los mas expuestos a la opinión pública.

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  9. La planificación por capacidades propuesta por el MIDENA y que se encuentra en revisión y planificación por parte del CC.FF.AA. involucra capacidades de Comando y Control; Vigilancia, Reconocimeinto e Inteligencia; Despliegue y Movilidad; Maniobra; Apoyo a la seguridad integral del Estado; Superviviencia y Protección y Sostenimiento Logístico. Lo importante en el Desarrollo de estas capacidades, será intentar NO propender a la duplicidad de esfuerzos en cada fuerza desarrollando mismas capacidades, puesto que eso implica gastos e ineficiencia.

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  10. Es crucial que Ecuador supere las divisiones partidistas en la construcción de su estrategia de seguridad y defensa. El enfoque basado en capacidades, orientado por la neutralidad política, es clave para enfrentar las amenazas asimétricas y los riesgos contemporáneos que desafían al país. La seguridad no debe ser un campo de disputa ideológica, sino un proyecto nacional que una a todos los ciudadanos. La fragmentación social e institucional que ha caracterizado los últimos períodos de gobierno solo debilita la capacidad del Estado para proteger a su gente y garantizar su soberanía. Es tiempo de reparar esa ruptura, de construir una estrategia inclusiva que refleje los intereses de toda la nación, no solo de un color político. Solo así, Ecuador podrá transformar su realidad y enfrentar con éxito los desafíos del futuro.

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  11. El Ecuaddor, debe enfocarse en fortalecer capacidades específicas que le permitan enfrentar una variedad de escenarios cambiantes, asegurando así su seguridad nacional en un contexto de constante incertidumbre global, apoyados por el poder nacional que enfrenten juntos las amenazas.

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  12. El artículo «Desafiando la niebla: La Planificación Estratégica basada en capacidades, bajo la certeza de incertidumbre» ofrece un análisis exhaustivo sobre la importancia de adoptar un enfoque basado en capacidades para enfrentar las amenazas actuales en Ecuador. Considera la incertidumbre como un elemento central en la planificación de la defensa, abogando por una estrategia flexible y adaptable que permita a las Fuerzas Armadas responder eficazmente a diversas amenazas, tanto tradicionales como emergentes. La propuesta subraya la necesidad de una integración interinstitucional y un marco jurídico adecuado para respaldar esta estrategia.

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  13. La naturaleza dinámica de las amenazas modernas exigen la flexibilidad y adaptabilidad de las fuerzas armadas ante la incertidumbre de los diferentes escenarios, lo que ocurre en Ucrania actualmente nos resalta la importancia de la interoperabilidad y la resiliencia ante la niebla de la guerra.

    Para los procesos de planificación estratégica, se deben abarcar varios aspectos como la inteligencia en tiempo real, la implementación e inversión en nuevas tecnologías de las armas, explotar la interoperabilidad de las ramas de las FFAA, con esto se podrá garantizar el empleo del poder militar con agilidad y eficiencia.

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  14. La política de defensa nacional es un instrumento fundamental para establecer directrices desde el nivel político al nivel estratégico. A pesar de su conceptualización prospectiva, este documento debe ser actualizado permanentemente de acuerdo a la evolución de las amenazas existentes en su última versión, y a las nuevas amenazas que se puedan presentar.

    De igual manera, el marco jurídico que orienta la política de defensa también debe ser actualizado, ya que esto permitirá una acción oportuna y eficaz en la ejecución del conflicto armado asimétrico que afronta nuestro país.

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  15. En el capítulo 3 del libro I de su tratado, Clausewitz manifiesta: “La guerra es el reino de la incertidumbre. Las tres cuartas partes de los factores en que se basan las acciones bélicas están envueltas en una niebla de mayor o menor incertidumbre”.

    En la actualidad este precepto no solo se aplica en la guerra sino también a muchas de las actividades cotidianas como: los negocios, los deportes, la administración y la planificación; sin embargo, el éxito de las acciones se basan en despejar lo más pronto posible esa niebla que obscurece la claridad necesaria para la toma de decisiones oportuna y efectiva. Para planificar o diseñar una estrategia, se requiere conocer los detalles del punto de partida y el estado final deseado como la guía que nos permite apuntar todos los esfuerzos, sin embargo, la planificación no debe soportarse en la deriva de la incertidumbre sino más bien apalancarse en análisis prospectivos que permitan determinar futuros escenarios que guíen los requerimientos futuros, traducidos en planes y proyectos que permitan alcanzar las capacidades necesarias para el cumplimiento de la misión.

    Atte. 825

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  16. El artículo aborda la planificación estratégica y el desarrollo de capacidades desde una perspectiva teórica y general, analizando la realidad del pais. La «niebla estratégica» como metáfora es ilustrativa para puntualizar la incertidumbre en la toma de decisiones, como Ecuador existen varios desafios para realizar una planificación estrategica adecuada a la realidad del país como: Contexto Geopolítico Regional, Recursos Limitados, Capacidades Institucionales, Adaptabilidad y Flexibilidad y Enfoque en Amenazas Específicas teniendo en cuenta y gestionando tambien la Colaboración Internacional.

    En el artículo proporciona principios sólidos para la planificación estratégica en defensa, ssería importante una consideración de los factores económicos, institucionales, regionales , en fgeneral la lectura permite desarrollar estrategias más efectivas para la plinificación estratégica.

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