«Sociedad de la Nieve», una analogía con la carrera militar.


Autores:

Víctor Xavier Enríquez Champutiz

Gerardo Vladimir Benavides Montenegro

Hace unos días se estrenó la película “La sociedad de la nieve”, dirigida por Juan Antonio Bayona, catalogada como una de las mejores realizaciones sobre el evento ocurrido en octubre de 1972, cuando el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, fletado para transportar a un equipo de rugby a Chile, se estrelló en un glaciar en el corazón de la Cordillera de los Andes. Sobrevivieron 29 de los 45 pasajeros, quienes inicialmente mantuvieron la esperanza de ser rescatados, pero la hostilidad del entorno les obligó a luchar por su vida adoptando medidas extremas.

La narrativa de la película nos obliga a cuestionarnos ¿cómo habríamos actuado en esas circunstancias?, pues resulta imposible no relacionarlo con lo que hemos aprendido a lo largo de nuestra carrera militar.

Aunque corresponden a circunstancias muy diferentes y guardando siempre la admiración y respeto a estos héroes, la disposición para enfrentar esta adversidad bien podría aplicarse a manera de analogía. Intentaremos entonces relacionar a la “sociedad de la nieve” con las etapas de la carrera militar, desde una perspectiva constructivista.

Los pasajeros del vuelo 571, y en especial los jugadores del equipo de rugby dispuestos a emprender su campaña deportiva, se parecen a las promociones de aspirantes que anualmente ingresan a las fuerzas armadas en su afán por convertirse en soldados al servicio del país. Sus anhelos son muchos, su optimismo por enfrentar un nuevo reto les mantiene ilusionados y alegres; sin embargo, el destino probará a cada uno de forma diferente. 

Durante el vuelo, léase “carrera militar”, experimentan varias turbulencias, el capitán de la nave no obstante anuncia que pronto aterrizarán en su destino; pero se trata de un error, al parecer el piloto inició el descenso antes de tiempo, creyendo que había sobrepasado la cordillera de los Andes, o sea la etapa más dura del trayecto.

Probablemente la tripulación experimentó una “pérdida de conciencia situacional”; este término, aunque común en el argot aeronáutico, bien podría aplicarse a otras actividades de la vida cotidiana que requieren atención, percepción y anticipación ya que, según la OACI[1], puede deberse a varios factores: distracción, estrés, fatiga, sobrecarga de información, falta de entrenamiento o confianza excesiva en la tecnología.

Para evitarla, la OACI recomienda mantener una actitud alerta, observar el entorno, comprender la situación, predecir los posibles escenarios y actuar de forma adecuada. Creo que muchos de los lectores podrán reconocer estos factores en su vida profesional, pero lo conveniente sería centrarse en las soluciones.

Producto del impacto, la sección posterior de la aeronave sale despedida y varios mueren de inmediato. Salvando las connotaciones de la muerte física, la desaparición prematura de los pasajeros de la parte posterior del avión podría asimilarse a aquellos que nunca pudieron ingresar a la carrera militar. Lo intentaron, pero el destino les tenía reservado otra aventura de vida, otro reto igual de desafiante.

Mientras tanto la parte delantera se estrella contra un glaciar en medio de las montañas. Todavía aturdidos por el impacto, los pasajeros del vuelo 571 intentan sacar fuerzas para sobrevivir y es cuando aparece la figura del capitán del equipo, Marcelo Pérez, quien, mostrando un liderazgo natural, a manera de comandante, organiza a los sobrevivientes para acondicionar un refugio con los restos del fuselaje de la aeronave.

La esperanza puede ser una fuerza impulsora tanto en la película como en la vida militar

Cuán importante resultaría entonces lo que hemos aprendido en las simulaciones, en los denominados “juegos de guerra” durante nuestra etapa de perfeccionamiento militar. Qué conveniente hubiese sido que este líder cuente con un trabajo integral de estado mayor dividiendo a los sobrevivientes en funciones como lo hacemos los militares previo a un conflicto:

Creo que ustedes ya deben haberse imaginado al encargado de personal A1 desempeñando las funciones inherentes a los efectivos, los reemplazos, la disciplina, la ley, el orden, los fallecidos, pero sobre todo la moral de los sobrevivientes.

Al encargado de inteligencia A2 probablemente se le hubiese asignado la importantísima tarea de determinar la P+P (posibilidad más probable) para determinar la ocurrencia de los principales riesgos y gestionar a la vez las necesidades de información y seguridad para precautelar la vida de los sobrevivientes.

Por su parte, operaciones A3 junto con el líder determinando el mejor curso de acción en base a la asesoría de las demás reparticiones, planificando y ejecutando un plan de supervivencia.

¿Se imaginan al encargado de la logística A4 intentando aplicar la norma, el procedimiento y la exigencia para gestionar algunas funciones logísticas? Aunque difícil, qué conveniente hubiese sido asegurar algunas clases de abastecimientos como las raciones alimenticias o el vestuario, o emprender los esfuerzos para garantizar las fases logísticas: determinar las necesidades de forma austera, emprender la obtención, asegurar la justa distribución y garantizar la conservación.

Ni hablar de la importancia del encargado de comunicaciones A5 en su vital esfuerzo de lograr un enlace para que puedan ser localizados y salvados.

Los roles del médico, financiero y asuntos legales sin duda que hubiesen sido imprescindibles para la toma de decisiones y la supervivencia de los miembros de la “sociedad de la nieve”.

Los sobrevivientes esperan ser rescatados en los primeros días, pero su esperanza se desmorona al oír por una radio portátil que han suspendido la búsqueda. Este triste hecho quiebra la voluntad de algunos que pierden el sentido de la vida.

Viktor Frankl explicaba en su libro “El hombre en busca de sentido” que la actitud ante el sufrimiento y la muerte resulta clave para la supervivencia. Fue así como el autor pudo sobrevivir a cuatro campos de concentración nazis y cómo pudo hallar un sentido a su vida mediante una terapia basada en la voluntad.

Viktor Frankl “El hombre en busca de sentido”

Del mismo modo, Frankl descubrió que el hombre podía superar las adversidades encontrando un propósito que le diera sentido a su existencia. En esta analogía, creemos que quienes tengan claro su propósito en la carrera militar, darán sentido a sus acciones diarias.

Existe una frase entre los militares que reza lo siguiente: “el tiempo pasa y la misión fracasa”, se la aplica a manera de arenga cuando no se toman decisiones oportunas ante un evento que demanda una acción inmediata. En la película, los sobrevivientes no aguantan más y algunos mueren por el clima hostil. Ante la falta de comida, algunos proponen comer la carne de los fallecidos, muchos se oponen, pero al final lo aceptan. Entonces se destaca la postura de Numa Turcatti, que en la película se desempeña como el narrador principal, quien por sus principios se abstiene y trata de resistir a la antropofagia.

No estamos en condiciones de juzgar la decisión de los sobrevivientes, pero en la analogía la postura de Numa podría simbolizar al militar que es fiel a sus principios, aun a riesgo de su carrera profesional y de su vida misma. Las circunstancias eran las que mandaban y lo que se consideraba como el único modo de sobrevivir, no había alternativas ni esa “insoportable arbitrariedad” de la que habíamos hablado en un artículo anterior.

Como si fuera poco, una tormenta los deja atrapados en los restos de la aeronave por unos días, mueren más personas, incluso el capitán del equipo y la moral del grupo se debilita más.

La muerte de estas personas se podría interpretar como la separación del servicio activo que optan algunos militares después de años de servicio al país. Probablemente no sea una rendición, como se podría interpretar a simple vista, sino una decisión coherente con su visión del mundo. Aunque su intención inicial no fuera renunciar a su profesión, deciden apartarse y reinventarse:

“cada hombre es un jeroglífico que hay que descifrar, es una pregunta que necesita respuesta”.

Tomado del libro “Las llaves de tu reino” del Padre César Dávila.

Al morir Numa por una infección y la falta de comida, deja una nota: “no hay mayor amor que dar la vida por los amigos», citando un pasaje de la Biblia (Juan 15:13).

Foto: Netflix

Numa escribe su última nota para expresar su amor y gratitud por sus amigos, que lo cuidaron y acompañaron hasta el final, pero sobre todo para inspirar su unión. Realmente ese es el verdadero valor de la amistad, la que seguramente hemos vivido con algún compañero de promoción o de trabajo. Aunque nuestras percepciones del mundo sean distintas, la amistad siempre prevalecerá.

Inspirados por la frase de Numa, Roberto Canessa y Fernando Parrado se deciden a escalar la montaña que les parecía imposible. Juntos inician una travesía en busca de ayuda que les permita revelar su ubicación.

Tras varios días y sufrimientos, al fin son hallados por un habitante de la zona que alerta a los rescatistas. Fernando se encarga de guiar a los helicópteros hacia los demás sobrevivientes, después de 70 días de una verdadera prueba de vida. Seguro que ellos, probablemente sin saberlo, aplicaron el modelo OODA (observar, orientar, decidir, actuar), propuesto por una persona que debe resultarles familiar: el coronel John Boyd, un piloto que desarrolló este ciclo para tomar decisiones de forma más rápida y así obtener una ventaja.

En nuestra analogía, Roberto y Fernando representan a los que, pese a las adversidades, se atreven a salir de su zona de confort y a iniciar una travesía llena de esperanza. No se rinden ante los obstáculos ni las tormentas. Tienen una visión extraordinaria que les hace ver más allá de sus limitaciones físicas. La institución necesita hombres y mujeres con la actitud de Roberto y Fernando, líderes con un espíritu indomable que ayuden a sus compañeros y no caer en el letargo de las circunstancias, de ese lugar que irónicamente se llamaba el “Valle de las Lágrimas”.

En esta analogía, hemos resaltado algunas cualidades esenciales que los sobrevivientes demostraron, como el valor de la vida y la dignidad humana, aun en situaciones extremas y desesperadas como las que vivieron los pasajeros del vuelo 571.

También se aprecia notablemente la importancia de la capacidad de adaptación, resiliencia y creatividad, aunque de mayor forma la solidaridad, la amistad y el apoyo mutuo para superar las adversidades y enfrentar los desafíos. Esta película basada en hechos reales nos ha permitido, una vez más, ponernos en primera persona y ser protagonistas, llevándonos a sentir empatía y comprender su situación.

En conclusión, la película “la sociedad de la nieve”, es una historia de supervivencia, esperanza y humanidad, escenario que demuestra al ser humano trascendiendo las situaciones más difíciles y aun así encontrando un sentido a su vida, mejor si lo hace con el apoyo de los demás y con la voluntad de superarse.  Los militares, al igual que los sobrevivientes del accidente, deben aprender a superar los desafíos y a encontrar la fuerza para seguir adelante.

“Empieza por hacer lo necesario, luego haz lo posible y de pronto estarás logrando lo imposible”

San Francisco de Asís
Créditos Facebook: fotografía superior 1972 / 2023

[1] https://www.icao.int/NACC/Documents/Meetings/2010/CAANEWG5/CAANEWG05NI18.pdf

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15 opiniones en “«Sociedad de la Nieve», una analogía con la carrera militar.”


  1. Carmen IonescuVer el perfil de Carmen IonescuAutorProcurement Operations Manager Collaborative Manufacturing – BU Nutrition Europe | Living Wage & Suppliers Diversity Program

    1 día(editado)

    ¡Gracias por compartir! Es interesante la analogia con el libro de Viktor Frankl, «El hombre en busca del sentido». Es uno de mis libros favoritos… No pense a esto. Y realmente, encontraron un «sentido» para sobrevivir…

    Tomado del Linkedin

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  2. «El artículo «Sociedad de la Nieve», una analogía con la carrera militar, es una historia de supervivencia, esperanza y humanidad, escenario que demuestra al ser humano trascendiendo las situaciones más difíciles y aun así encontrando un sentido a su vida. Actitud digna de emular en la vida de un soldado.»

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  3. «… muchas Gracias por compartir esta realidad vivida por los estás personas y más aún la relación que tiene con la experiencia y entrenamiento de la vida militar aplicando semejanzas con los A1, A2, A3, A4 y A5 que nosotros conocemos en la profesión añorada….»

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  4. «Excelente analogía mi coronel, en estos tiempos dónde hacen falta varios valores o mejor dicho refrescarlos al personal nuevo, y bueno a uno que otro antiguo. Gracias por compartirlo mi coronel, lo replicare para otros camaradas, saludos mi coronel».

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  5. «Me permito dar mi punto de vista desde la vida del soldado de tierra.
    Yo le veo a la narrativa comparada a la vida militar con los grados que vamos cursando durante toda la aventura llamada carrera militar, las escuelas militares son para mi, la ilusión del primer vuelo, de la primera salida del país a representar a su bandera, es la salida del hogar en busca de su ideal de sus vocación y de sus sueños de competir con otros por un cupo para ser un militar profesional.
    El vuelo del equipo es el inicio de la carrera militar al se subteniente o soldado, no existe interese personales a más de demostrarnos a nosotros mismo que al graduarnos somos bien formados y al igual que los compañeros de promoción son los mejores graduados, aun no existe competitividad, el falso espíritu de cuerpo y peor aun los infaltables calculadores que están pendientes del tropiezo de alguien para sobrepasarlo de antigüedad.
    La caída del avión representa la realidad de las unidades militares, la mala practica de la camaradería en donde oficiales y voluntarios han compartido aulas o cursos de perfeccionamiento y tienen una camaradería mal concebida e inicia el declive de la disciplina, el que tiene carácter pone los pies firmes en la tierra y hace respetar su grado jerarquía y sobre todo su don de mando, esas analogía es la caída del avión unos no saben dónde están cuando llegan por primera vez a las unidades, se desorientan y son fácilmente vulnerables para ser convencidos de otros oficiales más antiguos de llevar una vida sin rumbo o mal orientada como yo siempre les digo a los oficiales jóvenes, “El primer año de oficial es el 5to año de cadete, porque siguen aprendiendo y depende a que árbol se arrimen para ser un excelente, bueno, mediocre o mal oficial”.
    La toma de decisiones si bien es cierto que el oficial se gradúa ya como líder luego de 4 años de formación, más no es suficiente para comandar y tomar decisiones de forma rápida, oportuna y que estas sean eficaces, siempre la experiencia y los años de carrera pulen y permiten tomar decisiones en base a la experiencia, un subteniente no es miembro de una plana mayor o estado mayor para designarle una responsabilidad al nivel de una plana mayor, siempre digo que cada oficial por su experiencia se desempeña en la cancha en el lugar donde se ha formado y especializado durante el paso de los años en la carrera militar, es muy demorado y hasta un poco difícil que un oficial con desempeño de años en la función de inteligencia sea cambiado a la función de logística de un momento a otro y se desempeñe con la misma eficiencia que lo hacía en su anterior función.
    El líder, nos enseñaron a que nace y las escuelas lo forman siempre habrá la figura del líder que arrastra con su ejemplo a los demás, así nos pasa a todos el mayo de los respetos inclusive el decirle mi brigadier mayor con ese sentimiento de respeto y admiración aquel compañero que se ganó esa distinción en la escuela militar, hasta la fecha y durante la vida militar y después de ella, así nos pasa a todos creo yo.
    Pero al faltar ese líder estamos listos para comandar con criterio propio y personalidad la misión que el mando nos encomiende.
    La pérdida de los compañeros es una circunstancia que la vida misma nos pone frente de nuestros ojos, personalmente he entregado a los padres 3 cuerpos inertes de los que fueron mis amigos, mis hermanos y sobre todo mis paisanos, es el sentimiento más amargo doloroso e incomprensible que la vida nos da…..pero viene el viejo adagio del vulgo que dice “Te metiste a Soldado, no te queda más que aguantar” y es así aguantar el dolor la impotencia y desconsuelo de aquellos que partieron y sin más que decir están con Dios siendo parte de su ejército celestial. Los que dejan la carrera no se alejan del todo somos y seremos amigos y hermanos de armas para toda la vida estamos en la buenas y en las malas entendiendo que la carrera militar es el triangulo perfecto y que a la punta solo 1 llegará en esta carrera y los demás en cualquier momento estaremos en condiciones de salir y seguir apoyando a nuestros compañeros que continúan en la carrera para que lleguen a lo más alto y representen a la mejor Promoción que es la nuestra.
    Durante la carrera le veo la metáfora de sobrevivir como la vocación de mantenerse siempre convencido de los valores que nos inculcaron en casa nuestros padres y que los instructores de la escuela pulieron para que llevemos una vida militar digna de un soldado y que recibimos esa herencia de legendarios guerreros que combatieron y nos dieron gloria en cada batalla hasta ahora tener esa batuta y mantenerla a costa de nuestra propia vida inclusive si así fuera el caso.
    Solo los más fuertes y la especie que se adapte sobrevivirá se dice ahora en este mundo plagado de pandemias, contaminación y demás obstáculos que el hombre vive en el presente, así mismo es la carrera militar solo los mas fuertes que hayan aguantado todos los sin sabores que esta vida nos depara, aquellos que sus objetivos estén marcados que quieran continuar la carrera o tengan deseos y ambiciones de laureles continuarán y sobre todo aquellos que se adapten a los regímenes políticos que hoy en día califican su continuidad en la Fuerza, más allá de que su vida militar ya se ha marcado con el paso de los años y aquellos que en nuestra conciencia y sobre todo en nuestra vocación encontremos el momento de dar un paso hacia afuera sea este por no pensar, no alinearse al pensamiento del mando o más aun no tener coyunturas y la adaptación no sea nuestro camino, seremos felices empezando una nueva vida sin dejar que el corazón deje de latir al ver con orgullo el uniforme que algún día portamos.
    Todos absolutamente todos en algún momento de la carrera estamos en las condiciones de decidir si comer o no comer de lo prohibido, pero nos enseñaron a mantenernos siempre alertas y lucidos ha determinar cursos de acción desarrollando posibilidades y sobre todo hacer una planificación estratégica con el dominio del arte y diseño operacional, esto nos facilita la toma de las mejores decisiones en los peores momentos siempre imaginando el peor escenario y tener la solución ganadora en ese juego de guerra, las decisiones se las toma con lo que al momento nos hace tanta falta, que es el asumir responsabilidades y tomar decisiones en cada grado y para cada situación, ahora nos hemos vuelto soldados de leyes, salimos a cumplir la misión con el criterio del oficial jurídico, si él dice que si se puede el comandante toma la decisión o peor aun al carecer de la presencia del jurídico esperamos que el jefe inmediato tome la decisión y ordene y disponga así en cada escalón del mando…….. esa parte es un capitulo que esta por escribirse luego del tiempo del estado de excepción de este conflicto interno que vivimos hoy en día, así que mi Tcrn. Aún falta paginas para escribir y terminar nuestra historia de vida…
    Ha sido un gusto extenderme con esta narrativa pero esperaba con ansias el momento de describir el sentimiento de un soldado de tierra. Muchas gracias por darme este espacio mi Tcrn.»

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  6. «Mi mayor buenas tardes gracias por compartir esta analogía que nos ayuda a entender los desafíos a los que nos encontramos cuando tomamos decisiones trascendentales en la vida»

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  7. «Les felicito mi Tcrn. esta inicitiva de expresar el sentimento de soldados 04 que nos caracterizan por ser honestos, decir siempre la verdad y jamás amilnarnos ante nada ni nadie asi debemos pasar esata posta los futuros oficisles de las 3 ramas»

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  8. «…interesantes reflexiones y puntos de análisis con nuestra carrera militar, pienso que cualquier ser humano en esta circunstancia o cualquier otra busca la forma de sobrevivir y en el caso de ellos volvieron a nacer después de tantos días y aplicando métodos que uno dice no lo haría pero otra cosa es vivir ese momento y lejos de todo… «

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  9. «¡Excelente analogía!! Para los que fuimos formados en el mundo militar las condiciones que vivieron los rugbistas, las situaciones y experiencias extremas donde las decisiones de cada uno afectaron a sus compañeros y por sobretodo la aparición de líderes naturales son verdaderamente experiencias que se viven en la vida militar. Gracias estimado amigo Gerardo por escribir y compartir este interesante artículo.»

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  10. » Ese tema me llega mucho porque aunque era un niño de 11 años, recuerdo perfectamente el accidente. También, después ya en la FACH, conocí al piloto y algunos tripulantes que participaron en el rescate.»

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  11. «Inicialmente me centre en los eventos de la película, que lo había leído en unos comentarios similares anteriormente pero se ceñian a la película, sim embargo al leer este artículo vuestro, me doy cuenta que es una excelente analogía de nuestra vida en el campo militar, en mis vivencias por 33 años se servicio y 3 años mas de Cadete me siento identificado en varios aspectos pues iniciamos jóvenes en un camino lleno de incertidumbres en donde conocimos a mucha gente con muchas aptitudes y muchas actitudes que nos acompañaron en nuestra carrera militar. Unos han salido antes por diversas razones otros han caído y fueron hacia el creador anticipadamente sin embargo la vida continua hubo muchos obstáculos que los fuimos salvando siembre con la premisa de seguir adelante cumpliendo nuestras metas, hubo momentos duros pero gracias al tezon de cada uno seguimos adelante conformando un equipo muy fuerte que permitió cumplir nuestra misión encomendada, en el camino algunos tuvimos que salir antes de la meta por circunstancias adversas que no permitieron avanzar no por falta de entereza sino porque se deben tomar decisiones oportunas según cada situación personal sin que implique abandonar nuestros sueños dentro de la Fuerza ni claudicar, pero mi grupo sigue adelante hasta el final del camino. Me siento muy orgulloso de tener la piel azul y dejo mi legado para continuar la historia familiar por más de 50 años de los 103 años que tiene la Fuerza. Siempre el liderazgo es importante durante toda nuestra vida profesional y personal, siempre llevando el control y ejemplo de nuestras acciones con responsabilidad, respeto y honor que difieren mucho del comportamiento negativo que desune a quienes guiamos y nos convierten en Jefes que pierden el horizonte en sus vidas. No olvidemos que hoy estamos dentro y mañana estaremos fuera de la Fuerza, así que nuestras experiencias positivas deben compartirse para que los que vienen atrás puedan continuar con acciones positivas hacia sus metas profesionales y personales. Excelente Analogía. Hay mucho que podríamos analizar al respecto. Saludos»

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  12. «A mi me marcó la acción de liderazgo del que decidió partir en búsqueda de ayuda. Una vez, en un relevo a un radar en pleno desierto de Atacama quedamos botados por falla del vehículo y yo partí caminando solo, durante 5 horas hasta el radar para dar aviso que el resto del personal estaba a la espera que llegarán a buscarlos. En ese tiempo no habían celulares y el vehículo no tenía radio. Mi acción fue tomada debido a que recordé el accidente de los uruguayos y desde esa fecha, siendo niño, quedé convencido que es mejor salir a buscar ayuda que quedarse esperando que nos busquen.»

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  13. «Saludos cordiales mi Coronel interesantes reflexiones y puntos de análisis con nuestra carrera militar, pienso que cualquier ser humano en esta circunstancia o cualquier otra busca la forma de sobrevivir y en el caso de ellos volvieron a nacer después de tantos días y aplicando métodos que uno dice no lo haría pero otra cosa es vivir ese momento…»

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  14. «Mi Tcrn buenas noches, solicito permítame felicitarle por tan excelente artículo, una gran analogía con la vida militar y sobre todo el mensaje final del artículo el cual invita a no conformarnos con el típico “así se ha hecho siempre” sino buscar innovar, salir de la zona de confort, y luchar por conseguir nuestros objetivos pese a las adversidades, y siempre avanzar con la convicción de que no hay cosas imposible cuando se tiene la esperanza y fuerza. Saludos mi Tcrn.»

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