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Luego de los resultados de las elecciones en la región, el campo de batalla en redes sociales se llenó de comentarios en defensa de los líderes políticos que representan o se creen dueños de una tendencia política o ideología.
En esa batalla podemos notar personas que de forma vehemente escuchan y miran los hechos irónicamente enceguecidos buscando justificar sus acciones con la culpabilidad de la oposición.
Esta situación está presente en el día a día de un mundo MULTI polarizado. Después de la guerra fría, donde el mundo se dibujaba de dos colores, hoy esos polos han formado una tenue combinación o gris de cada posición, una zona compuesta de errores políticos e intereses personales de los líderes, un espacio caracterizado por el descontento social, la desigualdad económica, la corrupción y la falta de oportunidades; esta oscuridad ha sido aprovechada por movimientos pseudopolíticos, que toman nombres o definiciones que se apegan más a un nombre de marketing o maquinaria propagandística que a una ideología o propuesta política, aquí unos ejemplos: Movimiento Verde Ético Revolucionario y Democrático (MOVER), Movimiento Acción Movilizadora Independiente Generando Oportunidades (AMIGO), Sociedad Unida Más Acción (SUMA), por nombrar algunos.
En esta debacle que sigue el mundo y la región, no se han podido definir acuerdos mínimos de gobernabilidad; recordemos que en teoría la derecha o izquierda supuestamente persiguen el bien de los ciudadanos, cada uno a su manera; en esa polarización alimentada por populismo y odio entre clases, lo único que han dejado a su paso es una corrupción sistematizada, violencia y sobre todo la idea en la gente de la normalización de la injusticia, haciendo vívida la frase “…robó, pero hizo obras…”.
Lo que pasa en el Ecuador y la región ya fue descrito con perfección hace más de 20 siglos, en el discurso de Marco Tulio Cicerón contra Verres, abro cita:
“Los pueblos que ya no tiene solución, que viven ya a la desesperada, suelen tener estos epílogos letales: se rehabilita en todos sus derechos a los condenados, se libera a los presidiarios, se hace regresar a los exiliados, se invalidan las sentencias judiciales. Cuando esto sucede, no hay nadie que no comprenda que eso es el colapso total de tal Estado; donde esto acontece, nadie hay que confíe en esperanza alguna de salvación”
Marco Tulio Cicerón
Por su parte, la justicia pilar de la democracia, fue, es y según como están las cosas, seguirán siendo herramienta de la política.
De seguro habrán seguidores ciegos de ideologías o de sus ideólogos que justificarán este hecho, sin saber que, con su actitud ante la normalización de la injusticia, son parte del debacle de la democracia y apoyan sin saberlo a la conformación de autocracias, tomando a algún caudillo que les refleje confianza, bajo la premisa que, para un pueblo desorientado “LA CONFIANZA GENERA CONFIANZA”; herramientas populistas que pretenden infundir la imagen de que los líderes son como la mayoría del pueblo (comen en tarrina, utilizan transporte público, tienen deudas o son pequeños emprendedores), siguiendo la caduca estrategia comunicacional que “A LA GENTE LE GUSTA LA GENTE QUE SE LE PARECE”; sin embargo, la realidad está muy lejos de las apariencias en campaña y de la guerra en redes sociales por justificar sus fortunas, sus vacaciones en lugares exóticos, sus hijos estudiando en países del primer mundo, vestidos con ropa de marca y movilizándose en autos y aviones de lujo.
Por ejemplo, basta mencionar las fortunas de los socialistas Fidel Castro, Nicolás Maduro, Hugo Chávez y demás defensores del populismo y del manoceado progresismo.
Sin embargo, el pueblo que dicen representar vive en pobreza… muchos dirán por los bloqueos, si es así, ¿sus líderes deberían buscar el bien común, dejar las posiciones y buscar alternativas o acuerdos, o para ellos es mejor parapetarse en ideologías?
La respuesta adquiere doble tonalidad: para los que no viven en esos países dirán que se trata de ideología y la forma de convertirse en guerreros de tinta, pero para quienes viven ahí, lo único que buscan es migrar hacia otras realidades. Como diría un líder de izquierda ¿cuánta doble moral?
“La causa fundamental del problema es que los estúpidos están seguros de sí mismos, mientras que los inteligentes están llenos de dudas”
Filósofo Bertrand Rusell.
Al parecer el salir de este letargo tomará muchos años, sobre todo cuando las agendas personales están primero. El futuro político de América Latina es incierto, el éxito de los gobiernos dependerá en gran parte de su capacidad para abordar los desafíos económicos y sociales de la región en una América Latina que experimenta un crecimiento económico lento y donde la desigualdad económica sigue siendo un problema crítico.
El escenario que se materialice dependerá de una serie de factores, incluyendo la evolución de la economía, la corrupción y la polarización política. Lo único que nos queda es trabajar apegados a nuestros valores morales, para un sistema imperfecto, en donde se debate abiertamente los intereses de grupos de derecha, izquierda y ese espacio gris que dejan los errores de ambos.
No se trata de un artículo político, es un llamado a la reflexión y analizar si los líderes políticos son coherentes entre lo que piensan, dicen y hacen.
Triste realidad de nuestros pueblos.
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