6 de junio, Creación del Ala de Combate Nro. 22.

Autor:

Víctor Xavier Enríquez Champutiz

La aparición de la aviación en el mundo apenas comenzó en el siglo XX, trayendo consigo una serie de beneficios en diferentes áreas; los avances tecnológicos y nuevos conceptos operativos de apoyo facilitaron la invención de aeronaves de ala rotatoria hacia los años treinta, alcanzando una madurez a inicios de la década de los cuarenta.

En nuestro país transcurría el año 1962 y ante la necesidad de contar con una unidad responsable de la búsqueda y rescate de combate; la Fuerza Aérea crea el Escuadrón de Rescate Nro. 2113 que luego se transformó en el Ala de Combate Nro. 22, llevando en sus hombros desde esa fecha y hasta la actualidad la noble y delicada tarea de conducir las operaciones SAR.

Con el devenir del tiempo el personal del Ala de Combate Nro. 22, participa en importantes hitos, recibiendo merecidos reconocimientos y condecoraciones, por su valentía, entrega y brillante desempeño, de los archivos históricos podemos citar:

  • En el año 1994 se realizó el rescate de un andinista a 19.000 pies de altura en el volcán Cayambe, con un helicóptero Alouette, quedando establecido como record de rescate en altura en América del Sur.
  • En el año 1978 participó en el rescate del avión de la compañía SAN accidentado en el sector de culebrillas.
  • La condecoración al mérito aeronáutico Cóndor de los Andes en el Grado de Comendador otorgada en el año 1992, por el trabajo cumplido durante la emergencia en el austro ecuatoriano cuando ocurrió el desborde de la represa la Josefina, cumpliendo misiones de evacuación aeromédica y transporte aéreo, con el equipo Alouette.
  • En el Conflicto del Cenepa, se cumplieron 929 misiones con un tiempo de 1080 horas de vuelo (misiones de rescate de combate, evacuación aeromédica y transporte aéreo); siendo el Ejército ecuatoriano quien condecoró al estandarte con el mérito de “Gran Cruz de Guerra” y a sus tripulaciones con la insignia de combatientes del Cenepa.
  • La gobernación de la provincia del Guayas condecoró al Ala Nro. 22, por su apoyo a la población civil durante el fenómeno del niño en el año 1997, cumpliendo misiones de evacuación aeromédica, transporte de alimentos, vituallas a los damnificados.
  • En el año 2000 se registra la operación de rescate del ultraligero de National Geographic en la isla Isabela, en donde el avión C130, trasladó un helicóptero TH57, para cumplir la misión de rescate.
  • En el año 2002 los rescates en el cerro del Tigre en el accidente del avión Fairchild de Petroecuador y en el mismo año el rescate en el nevado de Cumbal en el accidente del avión de la compañía TAME.
  • En el año 2012, en el incendio del edificio de las Cámaras en Guayaquil, se realizó el rescate de 8 personas desde la terraza.
  • En marzo del año 2015 debido al desbordamiento del río San Pablo de Amali en la parroquia San José del Tambo, se realizó el rescate de un menor y un adulto que se encontraban aislados por la corriente del rio en una zona confinada.
  • No podemos dejar nombrar la destacada participación en el terremoto del año 2016, desplegando sus medios hasta San Vicente, permitiendo evacuar heridos, llevar víveres y vitualla en apoyo de los damnificados de la provincia de Manabí.

Por nombrar las más relevantes en la seguridad y defensa, así como en el ámbito interno, en el apoyo al cumplimiento de las operaciones militares de las Fuerzas Armadas, así como la importante participación en desastres naturales.

Hoy vientos de cambio soplan sobre el paradigma de la seguridad y defensa, la evolución de las amenazas asimétricas y multidimensionales, obligan a redimencionar el campo de batalla con medios que permitan la versatilidad para desenvolverse en un escenario volátil, incierto, complejo y ambiguo; siendo el ala rotatoria la más versátil por su capacidad de movilidad y flexibilidad ante escenarios de ámbito interno y apoyo en caso de desastres naturales, cumpliendo misiones en el nivel tácti­co, con sus respectivos efectos en los resultados operacionales y estratégicos.

La eficiencia alcanzada por el Ala de Combate No. 22, no es fruto de la casualidad, los resultados son consecuencia del aporte de las damas y caballeros; no importaría disponer de los ingenios más sofisticados, si el recurso humano no está preparado para emplearlos; sin el compromiso a la misión enmarcado en valores y principios; sin la confianza en el liderazgo; concluyendo que, los resultados son producto de la suma de medios, infraestructura, recurso humano, doctrina y una organización sólida y convencida de su misión.

Un gusto saludar a los caballeros y damas rotores en un año más de vida institucional, quienes tienen el privilegio de escuchar el rugir de los motores, palas y hélices, que retumba como eco en el hangar; con un pulgar arriba en muestra que la misión ha sido cumplida; la Fuerza Aérea y la sociedad ecuatoriana deben estar convencidos que la misión siempre será cumplida, con la firme convicción que es más que un lema:

«PARA QUE OTROS PUEDAN VIVIR«

Continúa navegando en el blog:

Sigue mi blog

«Sé tú mismo, los demás puestos están ocupados» Oscar Wilde

Únete a otros 84 suscriptores

Deja un comentario