Estrategia aérea de la Guerra de Kosovo, desde la perspectiva de la OTAN.

Autores:

Víctor Xavier Enríquez Champutiz

Gerardo Vladimir Benavides Montenegro

Patricio Javier Aguilar Cazar

Carlos Santiago Morales Sánchez

    

El ensayo tiene por objeto analizar la Estrategia Aérea de la Guerra de Kosovo, desde la perspectiva de las Fuerzas Aéreas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en la Operación “Allied Force”, destacando elementos imprescindibles como los objetivos que perseguían los conductores de la guerra en cada uno de sus niveles, analizando la estrategia aérea, la determinación de los centros de gravedad y examinando la maniobra aérea, para finalmente obtener elementos concluyentes del empleo del poder aéreo.

  1. LA GUERRA

La Guerra de Kosovo, tiene su origen en las marcadas divergencias étnicas y religiosas de los pueblos originarios de la región de los Balcanes, hecho que derivó en una permanente conflictividad por la territorialidad de estos asentamientos; configurándose una lucha permanente en el sureste de Europa, “desde el nivel subnacional, hasta pasar a comprometer la estabilidad de toda la región balcánica” (Rodríguez, 2000, pág. 18).

Kosovo, establecida en 1945 como parte de la República de Serbia, dentro de la Federación Yugoslava, pasó a ser reconocida como provincia autónoma en el año de 1963, marcando una fuerte influencia política. La integración de la Federación se mantuvo bajo el liderazgo de Josip Broz Tito (Líder de la resistencia comunista yugoslava durante la II Guerra Mundial y de la experiencia socialista de la Federación, hasta su muerte en 1980.), hasta su muerte en 1980, dando lugar a propuestas nacionalistas y resentimientos políticos de los serbios por un lado, que buscaban la consolidación de la Gran Serbia; y, por otro, los albano-kosovares, que pretendían preservar su autonomía, hasta llegar a su independencia.

Diseño de los autores

Dando así, inicio a la Guerra de Kosovo, con enfrentamientos que se acrecentaron a mediados de 1998, llegando el Ejército Serbio a perpetrar acciones de limpieza étnica sobre la población albano-kosovar, originando la intervención de la comunidad internacional y de las Fuerzas de la OTAN para alcanzar la paz y el control de Kosovo y evitar la continuación de ataques desmedidos de las fuerzas serbias; mediante la “Declaración del Secretario General de la OTAN” (Brontóns, 2000, pág. 4).

  •  LA GUERRA AÉREA

El poder aéreo se materializó en la Operación “Allied Force”, conformada por los medios de varias Fuerzas Aéreas de países de la OTAN; se relaciona a continuación, los niveles, conductores y objetivos:

Diseño de los autores / Tomado de: (Ruiz, 2014, pág. 17)

La maniobra aérea planificada por la OTAN, destinó el empleo masivo de medios, a fin de alcanzar la superioridad aérea y así doblegar la voluntad de lucha de las fuerzas yugoslavas y serbias. Pese a esto, el empleo eficiente de medidas de defensa aérea pasiva por parte de las fuerzas serbias determinó que el poder aéreo aliado, no “llegue a desgastar seriamente la capacidad material del Ejército serbio ni de sus depósitos en la medida que se esperaba con su intervención” (Ruiz, 2014, pág. 19).

El General Wesley Clark, fue quien concibió la maniobra aérea, considerando la disposición del escalón superior para evitar la muerte de soldados de las fuerzas armadas propias, para destruir objetivos militares y estratégicos yugoslavos-serbios en Kosovo, debilitar sustancialmente las fuerzas enemigas, apoyar para que las fuerzas terrestres aliadas enfrenten al enemigo encontrando mínima resistencia y finalmente “supervisar la retirada de las fuerzas yugoslavas” (Ruiz, 2014, pág. 14).

  • LA GUERRA AÉREA Y LA ESTRATEGIA AÉREA

El conflicto en análisis se ajusta a dos casos de guerra particulares: el CASO II debido a la capacidad de atacar por parte de las fuerzas de la OTAN en cualquier parte de su territorio; mientras que los serbios no podían hacer mucho más allá de su frontera y también se ajusta al CASO III,yaque las fuerzas serbias eran vulnerables a los ataques de la fuerza aliada pero no eran capaces de alcanzar a su adversario (Ramos, Lanas, & Mora, 2014, págs. 28-29).

Las tareas básicas que cumplieron las Fuerzas Aéreas de la OTAN inicialmente corresponden a la “neutralización y destrucción de la fuerza aérea adversaria”, mediante el cumplimiento de la etapa 1 de la maniobra aérea planificada por el Gral. Wesley Clark, mediante la destrucción de las defensas aéreas serbias y aeronaves en tierra. Posteriormente, en las etapas 2 y 3 se cumplió con la “destrucción o neutralización de objetivos vitales del enemigo”, principalmente las inherentes a las líneas de comunicaciones, líneas de operaciones y puestos de mando y control. Una descripción más detallada de las etapas se abordará en el literal de la maniobra aérea.

Realizando un análisis a nivel operacional, los autores de este ensayo proponen complementar las acciones del General Michael Short, integrando la planificación aérea en forma más coordinada al componente terrestre; paralelamente se establece la necesidad de incrementar las capacidades de la inteligencia a través de fuentes humanas y sensores, aprovechando las prestaciones de las aeronaves tipo UAV (Unmanned Aerial Vehicle (UAV) y JSTARS (Joint Survillance, Target Attack & Radar System), a fin de eliminar los daños colaterales, consiguiendo de esta manera el apoyo internacional para que el nivel estratégico político apruebe la intervención del poder aéreo en una maniobra de corta duración con una campaña aeroestratégica decisiva contra el poder serbio ubicado en Belgrado.

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  • LA MANIOBRA AÉREA

La actitud estratégica de la Operación “Allied Force”, fue ofensiva, utilizando una ofensiva en movimiento, mediante la neutralización y destrucción de objetivos; decisión fundamentada en: la alta disponibilidad de medios aéreos, la privilegiada posición y los objetivos determinados con la información de inteligencia.

El Jefe de las Fuerzas Aéreas OTAN en su planificación consideró las capacidades del empleo del poder aéreo y sus características. Sin embargo, el teatro de operaciones presentaba limitaciones que afectaron a la planificación, principalmente las derivadas de las condiciones meteorológicas que obligaron a cancelar al menos un 50% de las salidas planificadas (Pike, 1999); como curso de acción, las misiones fueron reprogramadas y/o cumplidas con medios aéreos desde posiciones alternas.

En cuanto a las restricciones, las tácticas de engaño implementadas por los serbios (maquetas, camuflaje y simulación de tropas, entre otros), “confundió a los aliados, quienes bombardearon lugares equivocados, desarrollando informes erróneos” (Ruiz, 2014, pág. 16), provocando daños colaterales; la consecuencia fue planificar el desarrollo de las misiones a menor altura, lo que implicaba entrar en el alcance de la artillería antiaérea, provocando derribos de los aliados, condición que restringió el uso de helicópteros en operaciones contra fuerzas terrestres.

La primera fase de la maniobra aérea, consistió en el despliegue para ubicar las 1055 aeronaves en las 50 bases aéreas de los países de la OTAN, así como ubicar los portaaviones en el Mar Adriático, adicional contaba con medios que operarían desde sus propias bases en Estados Unidos. La segunda fase de maniobra aérea, la lucha del control del aire, se dividió en las siguientes etapas:

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La primera etapa se concibió mediante la ejecución de una campaña aérea, inició el 24 de marzo de 1999, con el objetivo de lograr la superioridad aérea se recurrió a operaciones contra fuerza aérea, utilizando la gran gama de aeronaves disponibles, con armamento de precisión, evitando el alcance de la artillería antiaérea en la oscuridad de la noche. La primera etapa consiguió: destrucción de las defensas aéreas serbias, la destrucción del 50% de los aviones (Mig-21 y Mig-29) en tierra, logrando la superioridad aérea en 03 días, situación que debía ser mantenida durante la ejecución de las etapas subsiguientes específicamente en el Teatro de Operaciones.

La segunda etapa se concibió mediante la ejecución de una campaña contra fuerzas de superficie en apoyo a la maniobra terrestre, utilizando operaciones contra fuerzas terrestres; lograron la destrucción, neutralización y degradación de los objetivos planificados: “puestos de mando, telecomunicaciones, depósitos e instalaciones de combustible” (Ruiz, 2014, pág. 16); los cazas (F-16 y F-15) operaban desde bases de Italia, mientras que los F-117A Nighthawk, despegaban desde Estados Unidos.

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La tercera etapa se concibió mediante una campaña aeroestratégica, utilizando las aeronaves JSTARS (Joint Survillance, Target Attack & Radar System) y bombardeo selectivo a los elementos de la industria militar, mediante el uso de aeronaves invisibles y armamento de precisión; los objetivos que se perseguían era modificar la voluntad de lucha, afectar las capacidades críticas y continuar manteniendo la superioridad aérea. Por decisión política, no se ejecutaron operaciones sobre el poder serbio en Belgrado, considerado como uno de los centros de gravedad.

La cuarta etapa planificada fueron las operaciones especiales, a fin de mantener los objetivos alcanzados en etapas anteriores, mediante misiones de infiltración quedando listo para una invasión terrestre, en esta etapa Milosevic aceptó las condiciones de cese de hostilidades, logrando la consecución del objetivo. La quinta etapa con operaciones especiales cumplió misiones de exfiltración para el repliegue de las tropas.

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  • DETERMINACIÓN DE LOS CENTROS DE GRAVEDAD

Warden III en su libro “La Campaña Aérea”, concibe los centros de gravedad sugiriendo atacar sus fortalezas y debilidades, para tal efecto define un sistema de cinco anillos concéntricos, en el que se “analiza como un sistema al adversario, descomponiéndolo desde fuera hacia adentro, obteniendo mayores efectos estratégicos en los anillos centrales” (Delgado, 2011, pág. 43).

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Para el caso de la operación “Allied Force”, el quinto anillo estaba constituido por las fuerzas militares, cabe mencionar que la campaña aérea no pretendía destruir las fuerzas armadas yugoslavas de una forma directa, pero sí prevenir que las mismas se fortalezcan en una manera en la que pudieran derrotar al ejército de Liberación de Kosovo. Para tal efecto, se bombardearon instalaciones de las unidades especiales de contraterrorismo, luego se atacaron las unidades de apoyo para el combate, esperando el efecto de inmovilizar a las fuerzas militares yugoslavas.

El cuarto anillo, constituido por la población, fue previsto afectarla mediante bombardeos dirigidos a compañías ligadas al régimen y sus asociados para crear de esta manera desasosiego, descontento y disensión dentro del círculo interno de gobierno y la élite serbia, de tal manera que Milosevic fuera perdiendo apoyo dentro de su gobierno y la población serbia se manifestara en contra de su régimen.

En el tercer anillo se había considerado la infraestructura del país serbio, tales como aeródromos y sitios de misiles de defensa aérea, instalaciones de la defensa aérea integrada, centros de almacenamiento de municiones y puestos fronterizos.

En cuanto al segundo anillo, correspondiente a los elementos orgánicos esenciales; precisamente se había considerado atacar objetivos en Kosovo tales como redes eléctricas y petróleo, líneas de comunicación y la industria militar. De igual manera rutas de suministro y recursos para sostener el ejército serbio.

Finalmente, en cuanto al primer anillo, se había planificado inicialmente degradar el comando y control a lo largo de Yugoslavia, afectando el liderazgo de Slobodan Milosevic, pero un análisis más profundo reveló que vulnerar este anillo no iba a causar el efecto deseado, ya que “los comandantes serbios podían operar bajo una autonomía casi completa, el liderazgo era fácil de reemplazar y los centros de mando y control eran poco sofisticados y su impacto menos crítico” (González, 2019, pág. 36).

Para los centros de gravedad definidos en los párrafos anteriores es necesario mencionar que la fuerza aliada definió claramente los requerimientos críticos, identificando al apoyo de la población como el elemento que permitía la capacidad crítica de accionar de las fuerzas de Milosevic tanto en el territorio como en la población albano-kosovar.

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Así identificaron algunas vulnerabilidades críticas que podían ser neutralizadas para generar un alto impacto; de esta manera, se decidió atacar la “infraestructura económica y militar, al sistema eléctrico y telefónico, al cuartel general del partido de Milosevic y a las casas de sus líderes” (Losada, 2014, pág. 19); estos ataques causaron el efecto esperado de causar temor e inconformismo en su círculo más allegado y en la población en general, condición que fue deteriorándose hasta perder finalmente su apoyo. Consecuente con esta importante afectación, Yugoslavia retiró todas sus fuerzas militares de Kosovo y los albano-kosovares lograron su autonomía.

  1. CONCLUSIONES
  1. El empleo estratégico del poder aéreo empleado por la OTAN, permitió alcanzar la superioridad aérea y finalmente, doblegar la voluntad de lucha de las Fuerzas serbias; pese a esto, el empleo de tácticas de engaño del Ejército Serbio, provocó la errónea apreciación de los blancos y daños colaterales por parte de los Aliados, limitando el uso del poder aéreo por parte del nivel estratégico político, extendiéndose la guerra más allá del tiempo previsto.
  2. El conductor de la maniobra aérea utilizó en la Operación “Allied Force”, utilizó el poder aéreo de diversas formas, a fin de cumplir con los objetivos establecidos por el Comandante Supremo OTAN; sin embargo, la calidad de inteligencia condicionó que algunas misiones provoquen daños colaterales. En cuanto a las limitaciones y restricciones fueron afrontadas mediante cursos de acción alternos a fin de cumplir con los objetivos planificados.
  3. Conforme al análisis establecido, solamente el poder aéreo es el adecuado para vulnerar los anillos que Warren plantea dentro de su concepción de centros de gravedad, lo que permite otorgar al poder aéreo su característica estratégica, pero su efectividad depende de las fuentes de poder y voluntad de lucha del enemigo.

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  • BIBLIOGRAFÍA ANALIZADA

Brontóns, A. (2000). Dialnet. Obtenido de Un nuevo orden contra el Derecho Internacional: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=826770

Delgado, C. (2011). Evolución del pensamiento estratégico aéreo. Cuaderno de difusión, pensamiento de Estado Mayor del Ejército de Chile, 35-48.

González, G. (2019). La efectividad del empleo del poder aéreo en relación con la evolución de las amenazas. Revista Ad Majorem Patriae Gloriam, Año 2, Nro. 2, 31-39.

Losada, F. (2014). Poder aéreo como herramienta de cohesión. Revista Táktika de la Fuerza Aérea Colombiana, año 5, Nro. 9, 12-19.

Paglione, F. (2014). El empleo del poder aéreo de la OTAN en Kosovo. Visión Conjunta, 10, 40-48. Obtenido de https://esgcffaa.edu.ar/pdf/ESGCFFAA-2016_pdf-36.pdf

Pike, J. (27 de abril de 1999). Intelligence Resource Program . Obtenido de Kosovo Operation Allied Force Imagery: https://fas.org/irp/imint/kosovo-38.htm

Rodríguez, C. (4 de junio de 2000). Una visión territorial del conflicto de Kosovo. Obtenido de redalyg.org: https://www.redalyc.org/pdf/357/35700402.pdf

Ruiz, C. (2014). CEFADIGITAL. Obtenido de El empleo de los medios aéreos en el teatro de operaciones: http://www.cefadigital.edu.ar/handle/1847939/158

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