Ecuador Secuestrado Vs. Ecuador Liberado.

ECUADOR ES UN PAÍS SECUESTRADO.

Ecuador es un país secuestrado. No solo por la delincuencia☠️ que ha tomado el control de las calles, sino también de muchas conciencias. Secuestrado por los partidos políticos🎪 que aprendieron a sobrevivir de la miseria que prometen resolver, y por los falsos dirigentes👺 que hacen de la protesta “social” su negocio💲 y del caos su trinchera. Secuestrado por el resentimiento entre clases 🤷🏻‍♂️, por ideologías huecas que enfrentan a hermanos ecuatorianos y justifican el odio😡 bajo la bandera de una supuesta “justicia social”. Secuestrado por una justicia dividida⚖️: una que se invoca en nombre de los pueblos indígenas y otra para los demás, ambas interpretadas y vendidas💰 al mejor postor🤑. Secuestrado por estudiantes sin rumbo, por transportistas👻 que paralizan el país, por grupos antagonistas que confunden😈 los derechos con el chantaje. Secuestrado por intereses personales😡, por la codicia de los poderosos y por la indiferencia de quienes podrían cambiar algo y eligen no hacerlo🤷🏻‍♂️. Secuestrado, también, por los pseudos expertos🚽: opinólogos de redes que critican todo 🔥🔥🔥, pero rara vez ponen su conocimiento al servicio de la comunidad. Y, finalmente, secuestrado por nosotros mismos. Porque no cumplimos lo que prometemos❌. Porque mentimos cuando creemos que la corrupción empieza afuera y no en nuestras pequeñas trampas diarias🆘. Porque nos hemos acostumbrado a decir “todos lo hacen” como si eso nos absolviera. Se repite que los buenos somos más❗❗. Tal vez. Pero si los buenos callan🤐, si los buenos se acomodan, si los buenos también mienten en lo pequeño, entonces los malos no necesitan ser mayoría para gobernar🥴. Y si seguimos así —normalizando la mentira, justificando la mediocridad, cediendo ante el miedo y la apatía—, un día despertaremos sin país. No habrá Estado que nos defienda, ni justicia que nos ampare, ni jóvenes que quieran quedarse. Solo quedará la costumbre de sobrevivir en ruinas💥, y el silencio de quienes pudieron hacer algo y prefirieron mirar hacia otro lado. En fin🚫, parece que cuando algo está bien les incomoda o les parece irreal.

ECUADOR ES UN PAÍS LIBERADO.

Ecuador es un país liberado🌈. No porque todo haya cambiado, sino porque muchos han empezado a buscar la solución en sí mismos🎯. Liberado por quienes cumplen lo que prometen, aunque nadie mire🤝🏻. Por quienes trabajan con honestidad sin esperar aplausos🤜🏻. Por quienes entienden que la verdadera transformación no se decreta: se practica🥇. Liberado por ciudadanos que decidieron dejar de culpar a los demás😀 y empezar a exigirse a sí mismos👨🏻‍🎓 con el mismo rigor. Por los que rechazan la trampa pequeña y el favor fácil, porque saben que la corrupción no nace en los ministerios😱, sino en la conciencia de quien justifica lo injustificable. Ecuador empieza a liberarse❤️ cuando los maestros enseñan con vocación💯, cuando los policías sirven sin miedo👮🏻‍♀️, cuando los jueces aplican la ley⚖️ sin precio y cuando los jóvenes eligen quedarse para construir🆒, no huir para sobrevivir. Se libera también cuando el trabajo vuelve a tener valor🏆, cuando el mérito sustituye al privilegio, y cuando la palabra “servicio público” vuelve a significar servicio👍🏻, no negocio. Incluso las redes, antes saturadas de odio y ruido, comienzan a llenarse de voces que construyen🥇. Opinadores, analistas y ciudadanos que transforman la crítica en propuesta🗣️, la queja en acción, y que comprenden que opinar también implica aportar👏🏻, educar e inspirar🌎. No necesitamos que cambien los políticos: necesitamos ciudadanos que no vendan su voto, que no negocien su ética, que comprendan que la ley no mejora si nadie la cumple.

El país se libera🌤️, poco a poco, cuando dejamos de repetir “todos lo hacen”🆕 y empezamos a decir “yo no”. Ecuador fue un país secuestrado🆓. Hoy comienza a liberarse😀, no por decreto, sino por decisión🙌🏻.

Porque nada cambia si no cambiamos nosotros. Y porque cada acto honesto, cada deber cumplido, cada palabra responsable —incluso desde tras una pantalla💯—, es una llave🔑 que abre las cadenas de nuestra propia historia.